La mayoría de los casos de cáncer de cuello de útero se inician a partir de infecciones persistentes en el aparato genital causadas por el virus del Papiloma Humano (HPV). Este virus es muy frecuente en los seres humanos y se trasmite con mucha facilidad por el contacto sexual entre las personas. En general se adquiere durante la adolescencia al iniciarse la vida sexual. Habitualmente genera infecciones transitorias que son eliminadas naturalmente por el sistema inmunitario (nuestras defensas) en un lapso de pocos meses.
Existen más de 100 tipos de HPV y a cada uno de ellos es identificado con un número. Hay un grupo de 14 tipos de HPV que producen infecciones persistentes y son denominados de alto riesgo ya que se asocian con la aparición del cáncer de cuello uterino. Los tipos 16 y 18 producen el 70% de los casos de cáncer de cuello de útero.